hay tanto que quiero recordar y no puedo,
de mis otras iteraciones.
hay tanto que quiero olvidar y no puedo
porque lo traigo en la piel
y en los pelos de la nuca que se me erizan
cuando menos me lo espero.
hay tanto que aprender y que se contradice,
y hay tanto por desaprender
que me deja sin saber.
sin saber como verbo.
sin saber como sustantivo.
sin gramática que dicte autoridades jerárquicas
a través de mi propia lengua.
sin lengua materna que me acaricie con cantos olvidados
y sonidos que nunca conocí
y que aún así,
me son tan familiares.
con disonancias entre saberes
y no saberes.
con disonancias entre quereres
y responsabilidades.
con disonancias entre retribuciones
y dignidad.
preguntándome qué será más radical:
subvertir las etiquetas hasta volverlas arbitrarias,
o acuerparse con las etiquetas hasta que dejen de importar.
palomillas, mariposas nocturnas
deslumbradas por aquella luz
que promete lo que es intrínseco
en su propia destrucción.